miércoles, 3 de diciembre de 2008

CESVI: Diciembre es el mes con más accidentes de tránsito

Un estudio del Cesvi asegura que se registran un 20% más de siniestros por el estrés de fin de año, el excesivo consumo de alcohol y el cansancio

El Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi) extrajo estos datos del análisis de un informe realizado sobre la base de 5.500 accidentes de tránsito que implicaron muertos y/o lesionados graves.

Del total de los siniestros viales relevados, un 10% ocurrió durante el mes de diciembre, mientras que el resto de los meses el promedio oscila en 8,3%. Es por ello que los especialistas concluyeron que un 20% más de accidentes se producen en el final del año.

Una de las principales causas es el comportamiento de las personas en las despedidas, reuniones y las fiestas típicas de fin de año, que propician el consumo de alcohol.

Las consecuencias que éste genera en el organismo son varias: excitación emocional, disminución de la capacidad de juicio, relajación y reacciones tardías, alteración de los reflejos, movimientos torpes, euforia y agresividad. Es decir, se ven alteradas varias de las principales capacidades que un conductor debe poner en funcionamiento.

Como, según el CESVI, los efectos del alcohol se manifiestan con la ingesta de sólo un vaso de vino o cerveza, recomienda no tomar nada si se va a manejar o a caminar (los peatones ebrios también son peligrosos, porque suelen cruzar imprudentemente las calles), ceder el paso si se reconoce a un conductor borracho, tomar en cuenta los tiempos de eliminación del alcohol por parte del hígado (dos vasos de vino y sus efectos se expulsan del organismo en un período cercano a las tres horas), y frenar en todas las esquinas que no cuenten con semáforo.

En tanto, el cansancio y el estrés propios de fin de año también propician los accidentes. Es por ello que los especialistas recomiendan descansar al menos 8 horas antes de realizar un viaje, y dejar el volante cada dos horas o 200 kilómetros por 15 o 20 minutos.

Además, los problemas propios de cada balance anual hacen que las personas circulen por las calles sin prestar demasiada atención a su entorno y apuradas. El estrés apodera tanto de conductores como de peatones y produce disminución en el nivel de atención, percepción lenta y debilitada del medio, incremento del tiempo de reacción al frenar y disminución de la concentración al manejar.

Por eso recomiendan aumentar la distancia de seguimiento con el vehículo que nos antecede, actuar con prudencia cuando se realiza un sobrepaso, evitar conducir en vías que son propensas a que se produzcan congestionamientos, no sobreexigirse con respecto a los horarios de llegada y salida a destino, puesto que este tipo de conducción a lo único que nos puede llevar es a generar más estrés y a un futuro accidente.

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