Según el estudio, los jóvenes protagonizan tres veces más accidentes que los conductores mayores, son causantes o responsables principales de la mayoría de los hechos que sufren, mueren más por esta causa que por cualquier tipo de enfermedad y cometen más errores que los mayores, además de conducir más frecuentemente a excesiva velocidad y/o alcoholizados.
"Las causas de estas situaciones son la combinación de “inexperiencia” con “inestabilidad emocional”.
Las actitudes de los jóvenes conductores son, muchas veces, contrarias a la seguridad vial por diferentes razones: son inestables emocionalmente, rebeldes o resistentes al respeto de las normas y a la autoridad, muy influenciables por el grupo de pares, y poco concientes de los riesgos de muerte; todo esto los impulsa a asumir riesgos al conducir, conducir bajo influencia de alcohol y/o drogas ilegales, no usar el cinturón de seguridad, exceder la velocidad, etc
¿Qué pueden y deben hacer los adultos?
- La autoridad policial: debe controlar y sancionar severamente, la conducción bajo efectos del alcohol, a excesiva velocidad y las corridas de carreras en la vía pública.
- Se debe brindar educación vial a los niños y jóvenes en la escuela para que sean concientes de los riesgos del sistema del tránsito y de sus responsabilidades como peatones y conductores.
- Los padres: deben ser concientes de la vulnerabilidad de sus hijos inmaduros y restringirles el uso del auto, especialmente para salir durante la noche y en compañía de amigos. Además, deben dialogar con ellos sobre los riesgos de subir a un auto manejado por desconocidos, o alcoholizados, que les gusta correr, etc.
FUENTE: Luchemos por la Vida
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