Luces ausentes y parabrisas de nailon, una postal del Conurbano
Ya hace doce años que en todo el país rige un nuevo formato de patentes, pero aún es común cruzarse con vehículos que lucen las chapas antiguas. Aquí, en esta esquina de Ingeniero Budge, en este mismo momento hay dos: un Citroen con la patente C 218.906 y un Taunus con la chapa 1.077.503. Unos metros más allá, en dirección al Camino Negro, va un Fiat 125 que en su salida de fábrica parece haber sido celeste. Ese directamente no tiene patente, ni vieja ni nueva, ni adelante ni atrás. También le falta la puerta trasera izquierda. El hueco fue cubierto con nylon.En el Camino Negro, que sale del Puente La Noria y cruza parte del conurbano sur, la Patrulla del Camino que comandaba Broderick Crawford se haría un festín de multas. Pese a la noche y a la lluvia, una enorme cantidad de autos circula sin luces. Se les podría cruzar en cualquier momento un peatón y no llegarían a verlo hasta que fuera tarde.Por Hipólito Yrigoyen, a la altura de Lanús, el panorama es similar. En su recorrida, Clarín vio desde un Dodge 1500 con el parabrisas hecho con bolsas plásticas hasta un patrullero sin luces traseras (móvil 33905).Hay autos que incluso circulan con las cuencas de las luces vacías. Es decir, no es que se les quemó el foquito. Directamente les falta todo el sistema de iluminación.En Isidro Casanova, La Matanza, también se ven muchos coches con las patentes viejas. Ahí, por ejemplo, está el Citroen B 1.409.855. Es de noche y por suerte la calle República de Portugal está iluminada porque el auto se quedó parado en el medio del asfalto. Su conductor se baja y, maldiciendo, empieza a empujarlo solo. Nadie se acerca a darle una mano. "Si les cobrara diez guitas por ayudar a todos los que se quedan acá hoy sería rico", dice el vecino Orlando Silva.
Visto en Diario Clarín
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