Una nueva versión de las picadas callejeras, conocida como "semáforo ruso", se está difundiendo entre los jóvenes a través de Internet y los mensajes de texto.
En calles y avenidas, en motos o automóviles, de día o de noche, los jóvenes protagonizan un peligroso juego denominado "semáforo ruso".
En esta nueva modalidad de picadas callejeras, el desafío consiste en pasar, a toda velocidad, los semáforos en rojo. La mortal carrera es grabada, generalmente con un celular, por alguno de los ocupantes del vehículo y, posteriormente, subida a Internet.
El nombre de este juego mortal es una variación de la conocida ruleta rusa, nada más que en este caso, el arma es el vehículo.
Aunque ya hay una ley que apunta a desalentar su práctica convirtiéndola en un delito penal, las picadas clandestinas se expanden desde Internet a través de foros y blogs, desafiando los controles y poniendo en riesgo la vida propia y la de terceros.
La convocatoria electrónica garantiza la clandestinidad. Los mensajes de texto a través de teléfonos celulares también operan como herramienta para convocar a este duelo directo con la muerte.
Preocupación. La tendencia está creciendo en distintos lugares del país y junto con ella, crece la preocupación.
Para Fabián Pons, gerente general del Centro de Experimentación y Seguridad Vial de Argentina (Cesvi), el fenómeno no es nuevo. "No es una práctica nueva, lo novedoso es la difusión con la que hoy cuentan los jóvenes a través de Internet", dijo en diálogo con Monitor Ciudadano .
Pons opinó que "la falta de educación y la ausencia de controles, sumado a la edad de la adolescencia, en la cual los chicos se sienten inmortales, además de una Justicia laxa, posibilitan y agravan este tipo de prácticas".
No hay certeza del lugar donde se practican. En los sitios de Internet en los cuales estos videos están disponibles, se pueden observar desde calles amplias y poco concurridas, que podrían ser de cualquier provincia del país, hasta las más peligrosas avenidas capitalinas.
Desde Luchemos por la Vida , asociación civil sin fines de lucro que se dedica a la prevención de accidentes de tránsito procurando que no mueran más personas en accidentes evitables, afirmaron no tener conocimiento de la existencia de estas prácticas.
"Si lo hubiese visto en una película diría ¿quién puede hacer semejante bestialidad?", dijo a Monitor Ciudadano Alberto José Silveira, presidente de la asociación.
Silveira opinó que no solo es importante, sino urgente que se informe la a sociedad de este tipo de actividades. "Es importante que lo sepan las autoridades y los padres. Hay que exigir su inmediata intervención. Esto no es cuestión de prevención, estos jóvenes deben ser sancionados. Es peor que la ruleta rusa, son terceros involucrados en la decisión suicida de chicos irresponsables", dijo.
Delito penal. La Ley 26.362 reformó el Código Penal e incluyó a las picadas automovilísticas, en la vía pública, como delito.
La modificación legislativa produjo la creación del artículo 193 bis del Código Penal, que sanciona a los conductores que creen situaciones peligrosas para la vida o la integridad física de las personas.
Cita el mencionado artículo: "Será reprimido con prisión de seis meses a tres años e inhabilitación especial para conducir, por el doble del tiempo de la condena, el conductor que creare una situación de peligro para la vida o la integridad física de las personas, mediante la participación en una prueba de velocidad o de destreza con un vehículo automotor, realizada sin la debida autorización de la autoridad competente".
La misma pena aplica para quien organice o promocione la conducta prevista en el artículo, o posibilite su realización por un tercero mediante la entrega de un vehículo de su propiedad o confiado a su custodia, sabiendo que será utilizado para ese fin.
La norma fue sancionada por el Congreso Nacional en el marco del estado de emergencia en la seguridad vial vigente en el país.
Además del artículo, también se modificó la denominación del Capítulo II del Título VII del Libro Segundo del Código Penal, que ahora reza: "Delitos contra la seguridad del tránsito y de los medios de transporte y de comunicación".
Autoridades. En la Provincia de Córdoba, la Municipalidad y la Policía pueden intervenir ante picadas que se lleven a cabo en la vía pública.
Generalmente, el horario en el que estas actividades se realizan hace que quien intervenga sean las patrullas del Comando de Acción Preventiva (CAP), en las calles de la ciudad, o la Policía Caminera en las rutas.
"Cuando haya picadas callejeras, la Policía puede intervenir de oficio o ante el llamado de cualquier ciudadano al 101", afirmaron fuentes policiales.
Por su parte, desde la Oficina de Legislación Vial de la Policía, informaron que a partir de la creación del artículo 193 bis del Código Penal, la carátula de "conducción peligrosa" ya no se aplica para las prácticas de picadas callejeras. Ante una acción de estas características, las autoridades policiales abren un sumario penal e interviene la Justicia ordinaria, porque las picadas son un delito.
En calles y avenidas, en motos o automóviles, de día o de noche, los jóvenes protagonizan un peligroso juego denominado "semáforo ruso".
En esta nueva modalidad de picadas callejeras, el desafío consiste en pasar, a toda velocidad, los semáforos en rojo. La mortal carrera es grabada, generalmente con un celular, por alguno de los ocupantes del vehículo y, posteriormente, subida a Internet.
El nombre de este juego mortal es una variación de la conocida ruleta rusa, nada más que en este caso, el arma es el vehículo.
Aunque ya hay una ley que apunta a desalentar su práctica convirtiéndola en un delito penal, las picadas clandestinas se expanden desde Internet a través de foros y blogs, desafiando los controles y poniendo en riesgo la vida propia y la de terceros.
La convocatoria electrónica garantiza la clandestinidad. Los mensajes de texto a través de teléfonos celulares también operan como herramienta para convocar a este duelo directo con la muerte.
Preocupación. La tendencia está creciendo en distintos lugares del país y junto con ella, crece la preocupación.
Para Fabián Pons, gerente general del Centro de Experimentación y Seguridad Vial de Argentina (Cesvi), el fenómeno no es nuevo. "No es una práctica nueva, lo novedoso es la difusión con la que hoy cuentan los jóvenes a través de Internet", dijo en diálogo con Monitor Ciudadano .
Pons opinó que "la falta de educación y la ausencia de controles, sumado a la edad de la adolescencia, en la cual los chicos se sienten inmortales, además de una Justicia laxa, posibilitan y agravan este tipo de prácticas".
No hay certeza del lugar donde se practican. En los sitios de Internet en los cuales estos videos están disponibles, se pueden observar desde calles amplias y poco concurridas, que podrían ser de cualquier provincia del país, hasta las más peligrosas avenidas capitalinas.
Desde Luchemos por la Vida , asociación civil sin fines de lucro que se dedica a la prevención de accidentes de tránsito procurando que no mueran más personas en accidentes evitables, afirmaron no tener conocimiento de la existencia de estas prácticas.
"Si lo hubiese visto en una película diría ¿quién puede hacer semejante bestialidad?", dijo a Monitor Ciudadano Alberto José Silveira, presidente de la asociación.
Silveira opinó que no solo es importante, sino urgente que se informe la a sociedad de este tipo de actividades. "Es importante que lo sepan las autoridades y los padres. Hay que exigir su inmediata intervención. Esto no es cuestión de prevención, estos jóvenes deben ser sancionados. Es peor que la ruleta rusa, son terceros involucrados en la decisión suicida de chicos irresponsables", dijo.
Delito penal. La Ley 26.362 reformó el Código Penal e incluyó a las picadas automovilísticas, en la vía pública, como delito.
La modificación legislativa produjo la creación del artículo 193 bis del Código Penal, que sanciona a los conductores que creen situaciones peligrosas para la vida o la integridad física de las personas.
Cita el mencionado artículo: "Será reprimido con prisión de seis meses a tres años e inhabilitación especial para conducir, por el doble del tiempo de la condena, el conductor que creare una situación de peligro para la vida o la integridad física de las personas, mediante la participación en una prueba de velocidad o de destreza con un vehículo automotor, realizada sin la debida autorización de la autoridad competente".
La misma pena aplica para quien organice o promocione la conducta prevista en el artículo, o posibilite su realización por un tercero mediante la entrega de un vehículo de su propiedad o confiado a su custodia, sabiendo que será utilizado para ese fin.
La norma fue sancionada por el Congreso Nacional en el marco del estado de emergencia en la seguridad vial vigente en el país.
Además del artículo, también se modificó la denominación del Capítulo II del Título VII del Libro Segundo del Código Penal, que ahora reza: "Delitos contra la seguridad del tránsito y de los medios de transporte y de comunicación".
Autoridades. En la Provincia de Córdoba, la Municipalidad y la Policía pueden intervenir ante picadas que se lleven a cabo en la vía pública.
Generalmente, el horario en el que estas actividades se realizan hace que quien intervenga sean las patrullas del Comando de Acción Preventiva (CAP), en las calles de la ciudad, o la Policía Caminera en las rutas.
"Cuando haya picadas callejeras, la Policía puede intervenir de oficio o ante el llamado de cualquier ciudadano al 101", afirmaron fuentes policiales.
Por su parte, desde la Oficina de Legislación Vial de la Policía, informaron que a partir de la creación del artículo 193 bis del Código Penal, la carátula de "conducción peligrosa" ya no se aplica para las prácticas de picadas callejeras. Ante una acción de estas características, las autoridades policiales abren un sumario penal e interviene la Justicia ordinaria, porque las picadas son un delito.
Fuente: Monitor Ciudadano
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