martes, 4 de noviembre de 2008

El estrés y la gasolina son una mala combinación

Antes de sentarse frente al volante haga un análisis de su estado de ánimo. Si cree que tiene un nivel de estrés exagerado es mejor que tome un taxi. El estrés disminuye la capacidad de reacción y aumenta el riesgo de accidentalidad. Peligro.

El estrés modifica las actitudes del ser humano convirtiéndolo en un ser poco racional y en algunos casos agresivo. Conducir con estrés aumenta la accidentalidad y las muertes por agresión e intolerancia.

Esta afección psicológica denominada como el “mal de la modernidad” se puede definir como el estado de fatiga física y psicológica de un individuo, provocado por exceso de trabajo, agotamiento, desórdenes emocionales, ansiedad, tensión, entre otros.

Implicaciones del estrés al conducir

El Centro de Experimentación y Seguridad Vial Cesvi, establece que hay estudios que demuestran que el estrés está íntimamente vinculado con la función de conducir.

• El estrés modula en buena medida la forma de conducir de las personas y puede ser el agente causal directo o indirecto de un porcentaje considerable de accidentes.

• El sistema de tráfico masivo con todos sus efectos colaterales, contribuye de manera notable a incrementar los niveles de estrés, pues un embotellamiento (trancón) es un detonante nato del estrés exagerado.

Es importante anotar que no todo tipo de estrés es negativo para la conducción, ya que éste puede mejorar en algunos momentos el nivel de alerta y reacción que se necesita frente al volante. No obstante, el estrés generalmente trae como consecuencia una serie de efectos negativos en el conductor, haciendo que su sistema se desequilibre con graves consecuencias.

Las etapas

Cuando un individuo se ve sometido a un factor desencadenante de estrés, el organismo reacciona para defenderse de la

situación pasando normalmente por tres etapas o fases denominadas como síndrome general de adaptación.

* Primera fase:

La persona recibe una voz de alerta que se manifiesta con sudoración en algunas partes del cuerpo, dolores de cabeza, insomnio, irritabilidad, enojo, etc.

* Segunda fase:

Es la fase de la resistencia y se presenta cuando la persona agota su capacidad de aguante por estar expuesta durante mucho tiempo al factor estresor. Los síntomas que genera en la persona son: aumento de la temperatura corporal, presión arterial elevada y respiración agitada. En esta fase, el individuo sufre de ansiedad, pierde energía y entra en cólera o desesperación.

* Tercera fase:

La fase de agotamiento es la más grave, porque si el estrés no se controla a tiempo, la persona cae en un profundo cansancio debido al esfuerzo realizado. Los síntomas característicos en esta fase son:

Exceso de adrenalina, por lo cual está más expuesto a padecer enfermedades e incluso en casos extremos a sufrir un infarto.

Los ácidos segregados en el estómago pueden provocar úlcera.

El sistema inmunológico se debilita, incrementando el riesgo de contraer enfermedades.

En esta fase, la tarea de conducir se puede volver extremadamente peligrosa debido a que se disminuye la habilidad para percibir, analizar e interpretar la información. Además disminuye el nivel de respuesta como conductor (tiempo de reacción).

Estrategias para disminuir y combatir el estrés

Si se tienen en cuenta las graves consecuencias que produce una exposición prolongada al estrés, tanto en la vida cotidiana de los individuos como en la actividad de conducir, es evidente que los agentes estresantes deberían ser eliminados, pero si ésto no es posible, lo correcto es controlar los niveles de estrés con algunas ayudas como la meditación, el yoga o el gimnasio.

Tenga en cuenta estas tres recomendaciones antes de abordar su vehículo:

* Antes de montarse en el el carro verifique su nivel de estrés.

* Respire profundo y realice 10 inhalaciones de aire lentamente (tómese su tiempo).

* Recuerde que en los otros vehículos van personas que nada tienen que ver con su situación, así que respete su vida y la de ellos.

El ejercicio

Cuando salga hoy en la mañana en su carro, piense en los conductores de los otros vehículos e intente imaginar la vida de cada uno de ellos, sus problemas familiares o laborales, su vida privada y sus posibles sentimientos. Cada uno de ellos es un mundo diferente, así que comprenda las situación y evite alterarse usted también.

Fuente: Diario La Patria

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